Hace 45 años un grupo de amigos pusieron su corazón en un proyecto que cambiaría la vida de cientos de niños, niñas y adolescentes.

Hoy los recordamos con gratitud por haber soñado un mundo mejor para sus hijos y los hijos de sus hijos y por haber dejado un legado de solidaridad que trasciende en el tiempo.
45 años contando con el apoyo de colaboradores, voluntarios y padrinos que han brindado oportunidades y esperanza a las familias, seguiremos de la mano con esta labor que nos hace transformar vidas.